Peor de lo que pensaba...
...fue la boda del sábado. No me había sentido tan mal desde aquel día en que el cura del pueblo nos estaba preparando para recibir la sagrada comunión. No sé si fue alergia celestial o algún problema con el incienso pero el ataque de asma se manifestó con crudeza. Creí no llegar a casa -la separaban de la parroquia menos de 500 m.-.
El episodio se repitió el sábado. Mis alveolos decidieron solidarizarse con los trabajadores de IZAR y se declararon en huelga y protesta salvaje. Tras un chute de ventolín, bastante mejor. Maldito tabaco.
El episodio se repitió el sábado. Mis alveolos decidieron solidarizarse con los trabajadores de IZAR y se declararon en huelga y protesta salvaje. Tras un chute de ventolín, bastante mejor. Maldito tabaco.
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